Sunday 15 January 2012

EMERGENCIA ALIMENTARIA, SIN COACCIÓN DEL VOTO NI ASISTENCIALISMO, ALERTAN OSC Y DIÓCESIS TARAHUMARA #SierraTarahumara #Mexico


Originalmente publicado por Dodigo Delicias en http://www.codigodelicias.com/ver.noticia.php?id=14768

El horizonte de la Sierra Tarahumara se tornó amarillo desde mediados de septiembre, lo cual se veía hasta finales de octubre; esta año además, hubo menos colibríes en la Alta Tarahumara; la clínica Santa Teresita se encuentra a tres cuartos de registrar ocupación total con una capacidad de 60 niños y a estas fechas no era tal el número de hospitalizaciones. La mayoría de los niños son atendidos por desnutrición, la mayoría moderada. 
Esos signos llevaron a organizaciones civiles y a la Diócesis de la Tarahumara, a crear una “Emergencia alimentaria” porque el problema de falta de alimentos se agudizará iniciando 2012, dio a conocer el padre Héctor Fernando Martínez, vicario general de la Diócesis de la Tarahumara.

De acuerdo con censo 2011 del Instituto Nacional de Geografía e Informática, la población serrana, concentrada en 13 municipios del estado de Chihuahua, está conformada por 55 mil 240 mil familias, 236 mil 618 habitantes. En 2000, diez años antes, eran alrededor de 250 mil habitantes, lo cual habla de que por lo menos 10 mil habitantes serranos emigraron y ya no regresaron. El 40 por ciento de esa población, es indígena. Esto, sin tomar en cuenta que miles de habitantes de aquellas regiones, principalmente indígenas, van por tres o cuatro meses a trabajar a las ciudades y regresan.

El fenómeno de la migración ha incrementado, incluso ya hay población tarahumara en Torreón, Coahuila, informó el sacerdote Héctor Martínez, y de las ciudades más pobladas por tarahumaras principalmente son Cuauhtémoc, Parral, Chihuahua y Ciudad Juárez.

La sequía genera falta de oportunidades de empleo y de cosecha, por lo que la migración podría ser mayor. El ciclo agrícola 2011 fue fatal. En la región serrana cuentan con 95 mil 087 hectáreas, 55 mil fueron destinadas a la siembra del maíz, 10 mil 607 al frijol y el resto a otros cultivos, sobre todo forrajes.

En 2009, de una muestra en comunidades, tomaron en cuenta que 82 familias sembraron 178 hectáreas, lo cual equivale a mil 800 litros de maíz, y sólo cosecharon 93.225 hectáreas. En promedio, sacan media tonelada por hectárea, por cada familia tarahumara. Si se toma en cuenta que cada familia consume en promedio, una tonelada, es decir, mil kilos de maíz al año, deducen que cada familia sólo cosechó alimento para la mitad del año.

Y este año, 2010, se notan más los estragos de la desnutrición, la cosecha fue peor, advierte el vicario general. “Basta con ir a las escuelas, se notan los síntomas de desnutrición en los niños, en la cara manchada, en el cabello, además de otras enfermedades relacionadas con la desnutrición”.

Hace 9 meses que no ha llovido, se sabía de la emergencia alimentaria indica Fernando Martínez, quien explicó que la iniciativa de hacer algo para evitar un daño mayor, fue de organizaciones civiles y de los mismos sacerdotes de la Tarahumara, pero han incluido a las autoridades gubernamentales en las actividades porque Gobierno es el que tiene mayor responsabilidad para actuar.

Otro problema que se desató a raíz de los cambios climatológicos, es que se han registrado plagas nuevas. Al no llover, las plagas se hicieron presentes, porque se reprodujeron más fácilmente.

“En 2009 llovió más, y así la sequía afectó. El 2010 es más desolador por el invierno duro que se vivió, por eso declaramos emergencia alimentaria: en 9 meses no ha llovido, la gente no pudo barbechar sus tierras, la siembra fue poca y tarde, la lluvia fue insuficiente y fuera de tiempo, hay nuevos gusanos que la gente no identifique y que se han convertido en plagas, no hubo esperanza de cosecha, fue un año perdido, los precios del frijol por ejemplo, se han encarecido”, enfatiza el padre.

El comité que trabaja en la “Emergencia alimentaria” está conformado por asociaciones civiles, la Diócesis de la Tarahumara, la Fundación del Empresariado Chihuahuense, entre otros, y designó al padre Javier Ávila como coordinador, así como a la Clínica Santa Teresita para recabar los apoyos.

La alerta la lanzaron a nivel nacional e internacional porque la Sierra Tarahumara, no está en el imaginario de los mexicanos ni de los chihuahuenses, es decir, hay temas como el electoral, la violencia, las reformas e incluso el Teletón, que han atraído la atención de la gente y no ven la relevancia de la problemática de sequía y hambruna que está por llegar a Chihuahua, sentenció el vicario de la Diócesis de la Tarahumara.

Hace 17 años, la Sierra sí estaba presente en las conciencias de los mexicanos, pero el sacerdote lo atribuye al movimiento zapatista, ya que las autoridades cuidaron dar apoyos a los indígenas que se portaban bien, todo el apoyo para ellos y para los que se rebelaban, “palos”, recuerda.

Ante esto, han acudido a la sierra asociaciones de San Luis Potosí, Jalisco, Puebla y otros, porque hay organizaciones que trabajan de manera constante por la Tarahumara, pero falta mucho por hacer. Esta semana, llegó gente de San Luis Potosí con médico, notario y otras personas, para analizar la situación y canalizar esfuerzos efectivos.

El comité de Emergencia alimentaria busca que las comunidades sean autosuficientes, evitar el asistencialismo. Desean generar que se compren los alimentos y productos que generen en la sierra, atraer apoyos para detonar empleos y desarrollar la autosuficiencia.

El agua de la sierra favorece a muchos graneros del país, principalmente de Sonora y Sinaloa, por lo que buscan trabajar en ello. Las personas de la sierra dejaron de crear mecanismos para conservar el agua, por ejemplo, porque han preferido irse a trabajar tres o cuatro meses a las ciudades y descuidaron sus tierras en la gran mayoría de los casos.

“El asistencialismo terminó con el orgullo de la etnia, con su autoestima, con su autoconsumo autopertenencia. Ahora eligen a su gobernador indígena por la capacidad de gestión que tenga, no por la capacidad de cuidar sus costumbres, de dar vida comunitaria”.

El comité “Emergencia alimentaria” evitará: el asistencialismo; la coacción del voto por el tiempo de elecciones, para lo cual impedirán fotografías de entrega de apoyos y los recursos serán comunes, no se darán a concoer los montos de apoyo de cada uno, pondrán todo en común; trabajarán pocos para hacer mucho y no muchos para hacer poco, con el fin de dar prioridad a zonas alejadas, no a las comunidades donde más luzcan los apoyos.

Trabajan con organización, lucidez y por primera vez a tiempo porque en diciembre el alimento se va a acabar, alerta.

“La situación derivada de la sequía, que se va a agudizar por el invierno, hará que falten alimentos para las comunidades rarámuri”, indica el sacerdote, por lo que urgen a apoyar con frijol, arroz, Maseca, azúcar, harina, aceite, leche en polvo, habas, entre otros.

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